TESTIMONIOS (4)





30 - Abril -2011

 VOCACIONES POR EL MUNDO

Pilar Gálvez


20 - Abril -2011

 MIRIAM FERNÁNDEZ

"Dios aprieta pero no ahoga"



10 - Abril -2011


PERDONAR CON TODO EL ALMA



1 - Abril -2011

ENTREVISTA A:

ANNE IGARTIBURU



25 - Marzo -2011

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JUSTIN BIEBER: 
ABORTO ES MATAR A UN BEBÉ
El conocido cantante juvenil canadiense de pop, Justin Bieber, afirma en una entrevista concedida a la revista musical Rolling Stones que el aborto es "matar a un bebé".
En la nota principal de esta publicación en inglés que sale este viernes 18 de febrero, Bieber da su opinión sobre las relaciones sexuales pre-matrimoniales y el aborto, entre otros temas.
Sobre el segundo tema, el cantante que el próximo 1 de marzo cumplirá 17 años de edad, señala que "realmente no creo en el aborto" porque eso es "como matar a un bebé".
Al ser preguntado sobre lo que considera debe hacerse en caso de violación, el cantante indica que "creo que eso es algo realmente triste, pero todo pasa por una razón. No sé cómo eso podría ser una razón" para abortar.
"Creo que como no he estado en esa posición, no estoy en capacidad de juzgar eso", añade.
Sobre las relaciones sexuales prematrimoniales, el cantante originario de la localidad de London, estado de Ontario (Canadá), afirma que "no creo que uno deba tener sexo con alguien a menos que se ame a esa persona".
"Creo que debes esperar por la persona... de la que uno se ha enamorado", añade.
Justin Bieber inició su carrera artística en 2008 cuando un ejecutivo lo descubrió de manera accidental al ver un video de Youtube donde interpretaba temas de cantantes conocidos como Usher. Tiempo después se convirtió en su manager.
En 2009 lanzó su primer disco. En 2010 grabó su canción más conocida hasta ahora, Baby.


1 - Marzo -2011

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El impactante testimonio de Pamela 


De drogadicta, alcohólica y atea... a encontrar el sentido a la vida reconciliada con Dios 

Sor Elvira Petrozzi fundó en 1983 la Comunidad del Cenáculo como respuesta de la ternura de Dios Padre, al grito de desesperación de muchos jóvenes cansados, desilusionados, desesperados, adictos a las drogas y personas en general, que buscaban la alegría y el sentido verdadero de la vida.
Actualmente colaboran con la Comunidad, voluntarios, consagrados y familias que viven a tiempo completo y en total gratuidad al servicio de esta obra. En estos momentos hay 56 Fraternidades del Cenáculo en todo el mundo.
A continuación reproducimos el testimonio impactante de una joven italiana que tras caer en la desesperación de la droga, el alcohol y el sin sentido de la vida, encontró la esperanza en este carisma católico.

No creía en nada
«Tengo veintiséis años, me llamo Pamela y soy de Sicilia. Aunque soy de una familia cristiana por tradición, antes de la Comunidad era atea, no creía en nada, sólo en mis fuerzas humanas.
»Soy la mayor de cuatro hermanas y desde pequeña era introvertida y tímida. Vivía con una mamá muy aprensiva y un padre poco presente. Los dos trabajaban para que no nos faltara nada. Gracias a Dios estaba mi abuela, los recuerdos más lindos de mi infancia están relacionados con ella, cuando pasábamos el verano en su casa, estaba siempre atenta a nuestros requerimientos y fue la primera que me habló de Jesús.

Problemas en casa
»Con los años el clima en mi casa se hizo pesado por los problemas económicos y las discusiones entre mis padres; dentro de mí crecía el sentimiento de culpa y la ansiedad: me sentía responsable de todo lo que pasaba entre ellos. En la escuela vivía un sentimiento de inferioridad al comparar mi familia con la de mis compañeros, vivía la rabia de la humillación y llamaba la atención para que me acepten.

Me sedujeron las "luces" del mundo
»No estaba preparada para enfrentar la vida y era muy ingenua; en mi casa había muchos tabúes, no se dialogaba y todo se escondía tras las cosas materiales hasta el día en que sentí curiosidad por el impacto del exterior: me atrajeron y me sedujeron todas las “luces” del mundo.
»Cuando tenía catorce años mis padres se separaron y eso fue “la gota que rebalsó el vaso” y entré en la aventura de las tinieblas. Dentro de mí se desencadenó una fuerte rebelión que enmascaraba con la apariencia, tapaba el sufrimiento de haber perdido a mi familia, drogándome, fumando marihuana y cayendo en la dependencia del alcohol y la cocaína. Me sentía triste y vacía. La vida sin mi padre en casa, me parecía terminada. Estaba muy pegada a él y el abandono me hizo rechazarme a mí misma, tanto que me sentía incapaz en todo.

Máscaras de los material
»Delante de mis amigos estaba llena de “máscaras”: ropa, dinero . . . todo, para sentirme aceptada, amada y querida. Estaba convencida de que el amor se podía comprar, y este mundo de ilusiones, de sueños de fuga de la realidad me llevaron poco a poco a la muerte.
»También me hacían sufrir los problemas de desocupación y de la mafia de mi país, lo que causaba depresión en mucha gente que yo quería, así empecé a odiar a Sicilia. Quería borrar mis orígenes y aproveché la relación con un chico para irme a Inglaterra. ¡Una vez más llena de ilusiones, falsa y drogadicta en la manera de pensar tuve el coraje de sentirme bien!

El túnel de la heroína
»En Inglaterra caí en el túnel de la heroína que me llevó derecho al infierno. Hoy estoy segura de que alguien rezó por mí, porque toqué fondo y la desesperación me llevo a pedir ayuda.
»Así entré en la Comunidad. Aunque era tan falsa que pensaba que lo hacía para ayudar a mi novio a dejar la droga. Pero en la Comunidad todo lo que era oscuridad comenzó a tomar color. Conocí la verdad ¡no sabía lo que era hasta que me la dijeron y todas mis máscaras e ilusiones cayeron!

Encuentro con Dios
»También fue el camino para el encuentro con Dios, con Jesús Eucaristía, arrodillándome en silencio frente al Santísimo Sacramento. Jesús me llevó a perdonar mi pasado, a confiar en los otros y aceptarme como soy; a superar el miedo, a luchar redescubriendo los valores de la vida, como la amistad, sentir a alguien cerca que te da coraje, que te perdona, que respeta tus tiempos, que te da fuerza y esperanza.
Agradecida a Dios y a la Virgen María
»Estoy muy agradecida a Dios y a María; hace más de dos años que estoy en la casa de Lourdes, y siento que la Virgen me acerca a Jesús, especialmente en las tribulaciones, para redescubrir mi femineidad y mi maternidad, como mujer capaz de dar la vida.
»No quiero más pensar solo en mí. Quiero entregarme a quien me necesite sin ponerme límites porque descubrí que la vida tiene un valor inmenso. Deseo servir a quien sufre más que yo. Es lo que necesita mi corazón para sanar: las pequeñas elecciones y los pequeños “sí” concretos de cada día».


25 - Febrero -2011

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De ultra y violento… a pacífico y sacerdote


Fue jefe de ‘bateadores’ en su barrio; 
hoy es cura en una iglesia de pueblo

Una chica, de la que estuvo enamorado, 
tuvo mucho que ver en su cambio de vida

Estas manos han pasado de apalear a bendecir. ¿Un milagro?
Sus antiguos camaradas saben perfectamente dónde encontrarlo. O sea, que no es por miedo que desea permanecer en el anonimato (¿miedo, él? ¡De qué!). Es porque hay varias productoras interesadas en llevar su vida a la pantalla y él lo único que quiere es dedicarse enteramente a su vocación. Entendemos el interés de los guionistas; pocas veces se encuentran historias así: una adolescencia de odios y violencias, el amor de una chica que le devuelve a la fe, un encuentro personal con Cristo… 
Nunca fue delegado de clase, pero tenía madera de jefe. Quizás porque pegó el estirón muy pronto, quizás porque, año tras año, ocupaba, castigado, los primeros bancos de clase. Fuera lo que fuese, algo en él hacía que los demás lo tuvieran en cuenta. No sólo los de su curso, también los mayores. Y, entre éstos, los de peor reputación, los que salían los fines de semana a pegarse. No para ser los duros de la discoteca, sino movidos por un afán superior: España. Estaban llamados a salvar a la patria. O eso decían ellos. Esta historia arranca en Madrid con la década de los noventa.
¿Qué niño de once años hubiera dicho que no a andar con malotes de dieciséis y diecisiete, aunque fuese de mascota? Y con razón cuando las perspectivas a corto plazo eran ser uno más de la tribu. Aunque para eso no bastaba con apuntar maneras. Aquí, el valor, a diferencia de en la mili, no se suponía, había que acreditarlo. Por eso, una tarde, al salir de clase, le llevaron frente a un cajero automático y le dieron un bate de béisbol. No era un rito de iniciación. O no sólo. Era un test de patrioterismo callejero. Lo pasó con nota: en pocos minutos, donde antes había habido una máquina expendedora de billetes, sólo quedaba un hueco.
Limpiar España
Lo siguiente fue una serie de visitas guiadas al Madrid de los Austrias, con alguna escapada a la sierra, donde la lectura de los clásicos fascistas siempre es más reposada. Sin olvidar el adiestramiento en técnicas de lucha, que no estaban las calles para vivir de las rentas de un pasado glorioso hecho piedra, cual boy scouts ideologizados. Por si el cachorro tuviera dudas, una noche lo llevaron a los bajos de plaza de España. Comenzaban a llegar a nuestro país los primeros inmigrantes y los negros que allí acampaban, envueltos en mantas y cartones, se prestaban a la metáfora racista: sanguijuelas pegadas a la piel hermosa de la madre patria. ¡Afuera con ellos!
Una empresa de tales magnitudes -limpiar España- necesitaba un plan pegado a la realidad: había que ir barrio por barrio. A él lo encuadraron en la patrulla que vigilaba las calles del suyo, Argüelles, donde vivía con sus padres. No era ésta la única partida de la porra que operaba en Madrid. La misión de éstas era doble: reclutar cruzados para la causa y mantener la ‘chusma’ a raya. Para lo primero, se exigía diplomacia, don de gentes, capacidad de liderazgo; para lo segundo, un manejo del bate propio de un jugador de los Yankees.
Nuestro protagonista enseguida marcó estilo. Antes de cumplir los trece, era un mago de la persuasión y la violencia, lo que le hizo ir subiendo puestos en el escalafón, hasta ocupar la jefatura de la patrulla de su barrio. Entonces supo que aquello no era un juego. Empezó a ir a sitios a los que no todos iban, reuniones con peces gordos que le daban palmadas en la espalda y le decían “muy bueno lo tuyo, chaval, trátame de tú”. Le habían avisado de que no era fácil llegar hasta allí. Lo que nunca nadie le había dicho -ya lo comprobaría él- es que más difícil era salir.
Una sonrisa de oreja a oreja
Si le preguntas en cuántas peleas estuvo metido los años -seis, casi siete- que duró su aventura ultra, te dice que perdió la cuenta. Sólo sabe que no mató a nadie y que siempre corrió más que la Policía. Sí recuerda que la violencia era adictiva y le generaba ansiedad, que él paliaba a base de remedios seculares: sexo, drogas, alcohol… También recuerda broncas en las que pensó si no sería otro el que pegaba. No habla de posesión maligna, pero sí de influencia. Además de esto, con frecuencia llegaban del alto mando órdenes que nada tenían que ver con la misión salvadora de la patria. Él, como buen soldado, no las discutía: las ejecutaba. Pero empezaba a no entender algunas cosas. Cada vez le costaba más llegar a casa, reconocerse en el espejo, dormir de un tirón.
Sus padres nunca le preguntaron en qué líos andaba, quizás por lo evidente de la respuesta: su cuarto se había convertido en un búnker y él ya no era un ángel. Como trataran de imponerle su autoridad, era capaz de levantar la voz. O la mano. Ellos, lejos de amilanarse, decidieron actuar. Y lo hicieron siguiendo una política de hechos consumados: por su cuenta, sin consultarle nada. El colegio al que había ido desde niño se había convertido en el cuartel general de la patrulla, así que lo llevaron a un instituto a las afueras de Madrid. Para asegurarse de que iría a clase, al cambio de centro siguió uno de domicilio. No se lo perdonó, al menos durante el año que estuvo sin dirigirles la palabra.
La idea que de nuestro protagonista se hicieron sus camaradas fue letal: ya no era él quien llevaba los pantalones en casa. Luego era débil. Merecía el mismo trato que un inmigrante, que un yonqui, que un travesti. O uno peor, pues sabía demasiado. Que se cuidara mucho de dejarse caer por ciertas calles. Ahora sí que no entendía nada. Su aterrizaje en el instituto, con el curso ya empezado, no ayudó a que se le aclararan las ideas. Aquello le pareció un nido de hippies y de rojos. Por más que nunca había participado de la estética skin, cualquiera podía leer la crónica de los últimos años de su vida: la llevaba escrita en la mirada, endurecidísima; tanto, que nadie se atrevía a mantenérsela. Salvo esa chica que, cada mañana, le saludaba con una sonrisa de oreja a oreja. El detalle le enamoró. ¡A él, para quien las mujeres habían sido carnaza, el reposo del guerrero urbano!
Ella se lo dejó claro desde el minuto cero: quería su amistad, nada más. Él, con tal de que fuera suya, se pegó a sus amigos, un grupo de parroquia. Estaba dispuesto a todo. Bueno, a todo todo… Una vez ella le pidió que la acompañara a una pascua juvenil y él, queriéndola mucho, le dijo que no. A cambio, ella le hizo prometer un dibujo de Jesús en Getsemaní. Mientras lo dibujaba, se encontró con un hombre solo, al que traicionaban sus amigos, pero que moría por amor. A él también le habían dado de lado, pero, a diferencia de Cristo, seguía lleno de odio. Allí, en la soledad de su cuarto, por primera vez en años, rompió a llorar. No sería la última vez.
“Si quieres hacer reír a Dios…”
En otra ocasión ella y sus amigos le pidieron que les acompañara a la parroquia a echar una mano con unas cajas. En esas estaba cuando reparó en un cartel mal colgado en el tablón. Al ir a colocarlo, pudo leer: “Confesiones los miércoles después de misa”. Y pensó: “A mí es imposible que me perdonen”. Días después, y con la misma decisión con que había liderado tantísimas acciones de comando, fue a ver al cura. Quería pedirle que dejara de colgar cartelitos para engañar a los incautos, no fuera a ser que alguno se lo creyese y se hiciera ilusiones. El sacerdote, lejos de echarle con cajas destempladas, le oyó en confesión.
¿Cuándo había sido la última vez? ¡Ni se acordaba! Los pecados no los dijo, los vomitó. Llevaban ahí tantísimo tiempo pudriéndose, pudriéndole, que vaciarse de ellos fue un alivio. Mientras el cura le daba la absolución, quiso haberle dicho: “Pero ¿qué hace? ¿No ve que doy asco?”. Aunque sólo acertó a llorar. Quizás porque empezaba a entender algo: había sido salvado. Salió de allí con la expresión que era otra. ¡Por fin podían mirarle a la cara!
Mirarte a la cara. Cuando te has pasado tantos años metiendo miedo, nadie lo hace. Al principio, que no se atrevan, es un subidón. Luego puede llegar a desesperarte hasta el suicidio. Eso le pasó a aquel correligionario suyo que se tiró de lo alto de la Torre de Madrid para que, al reconocerle, tuvieran que mirarle a la cara. Así lo dejó escrito en una nota de despedida. ¿Por qué no había tomado él la vertical que va derechita a la muerte? En la respuesta a la pregunta tantas veces repetida estaban sus padres y la chica de la sonrisa. Y, mezclado con ellos, al principio de fondo, luego bien de cerca, Jesús.
Su encuentro con Él le cambió la vida, que ya no era algo que tirar a la basura, sino que proclamaba la grandeza de Dios. Dos mil años después, Cristo seguía operando milagros. Tras una adolescencia de odios y violencias, nuestro protagonista se apuntó a un curso de confirmación y comenzó a ir a misa; un verano volvió de las misiones con un montón de fotos en las que salía jugando con niños negros (¡qué hubieran dicho los camaradas!); su búsqueda de la belleza (”El mundo será salvado por la belleza y la belleza es Cristo”, Dostoyevski) hizo que se matriculara en Historia del Arte; al acabar la carrera, entró de profesor en un colegio; años atrás, la chica de la sonrisa había terminado cediendo; sonaban campanas de boda…
Aquí encaja la primera frase de la película Bella: “Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes”. Oyendo misa en la catedral de Santiago, supo que el Evangelio seguía hablando. Aquella peregrinación había sido accidentada. En un alto en el camino, ya en el tramo final, cuando se duchaba, le robaron todo. Y allí estaba él, en la cripta, con ropa prestada, atento a la lectura del día. “No llevéis bolsa, ni morral, ni sandalias…”. Dios le pedía más. ¿Qué? De momento, cortar la relación con su novia.
En el seminario
Sentía que su corazón estaba hecho para amar a más personas, le iba la vida de parroquia más que la del hogar, un amigo suyo acababa de ordenarse sacerdote… ¿Acaso…? Por preguntar… En el seminario le dijeron que lo fuera mirando, sin prisas. Durante un curso, todos los sábados, a espaldas de sus padres, estuvo yendo a Introductorio. Un día, después de clase, le pidieron que se quedara. Pensó: “Ya está, no tengo vocación”. “Si quieres, empiezas mañana”, le dijeron. Al llegar a casa, le preguntó a su madre dónde guardaba las sábanas. “En el armario, ¿por?”. “No, por nada, porque mañana me marcho al seminario”. En un punto del infinito, allá donde se cruzan las paralelas y el viento da la vuelta, resuena aún la bronca de sus padres.
Esta vez los que a punto estuvieron de retirarle la palabra fueron ellos. En cinco años fueron a verlo dos veces al seminario. Una cosa es que fuera a misa todos los días -ellos, encantados- y otra que se metiera a cura. Sin embargo, hoy no quieren otra cosa para su hijo: lo ven tan feliz, tan en su sitio… Así también debieron de verlo los dos energúmenos que se colaron en su ordenación. Fueron a reventársela… y salieron hechos un lío. En los viejos tiempos, su amigo no hubiera dudado en llevarse por delante a quien se pusiera en medio. Ahora estaba dispuesto a entregar la vida. ¿Por qué? Quién sabe, quizás insistieron en la pregunta y ellos también llegaron a la única respuesta posible: Cristo.


15 - Febrero -2011

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JEFF GRABOWSKY


CATÓLICO CRUZA EEUU CORRIENDO 
PARA PROMOVER LA IMPORTANCIA DE LA ORACIÓN
Jeff Grabosky es un laico católico que empieza este 20 de enero una aventura física y espiritual: Correrá más de cinco mil kilómetros entre California y Nueva York durante cuatro meses para promover la importancia de la oración.
Grabosky, de 27 años de edad, asegura que rezará durante todo su camino pues a pesar de las dificultades que ha encontrado, quiere usar sus talentos para servir a Dios y ayudar a quienes le han pedido oraciones.
El punto de inicio de su carrera personal está en Oceanside, California. Tiene previsto llegar a su meta en Smith Point de Long Island, Nueva York, el 26 de mayo.
Su misión principal es alentar la oración en Estados Unidos y el mundo. Está recibiendo intenciones de oración y ha ofrecido rezar una decena del Rosario por cada pedido que reciba en la página  jeffrunsamerica.com/?page_id=145
En diálogo con ACI Prensa, Grabosky explicó que su fe le ha permitido superar épocas muy duras de su vida. Solo una semana después que su madre murió de cáncer en el año 2006, su esposa se separó de él.
Asegura que pudo superar esta experiencia de abandono y dos meses de vivir en la calle gracias a la oración, "lo único constante en mi vida, pues siempre le pedí a Dios por su ayuda. Las cosas estaban muy difíciles pero yo confiaba en que el Señor me sacaría de ahí y que Él tenía un plan".
En este camino, Grabosky enfrentó serios contratiempos como un colapso pulmonar que lo llevó a estar por una semana en cuidados intensivos. Pero su fe en Dios "sólo se hizo más fuerte a causa de lo que experimenté", afirma.
Ahora quiere inspirar a otros a perseguir sus sueños "incluso si este mundo se piensa que puede ser imposible".
Nacido en Nueva Jersey, Grabosky ha sido corredor desde la infancia. Corrió a campo traviesa y en pista durante su época escolar pero no llegó al atletismo profesional.
Cuando en el año 2008 corrió su segunda maratón, tuvo por primera vez la idea de recorrer Estados Unidos.
"Pensé que una carrera por todo el país sería una experiencia impresionante y un reto increíble, pero lo puse en un segundo plano por un tiempo por todo lo que había pasado en mi vida", explica y considera que los desafíos mentales de una carrera de esta envergadura son mayores que los problemas físicos.
"Es interesante ver cómo Dios trabaja. Empecé pensando que era necesario para terminar esta carrera por mí, pero ahora tengo que terminar por todos los que estoy orando", agrega.
"Cada vez que me sentí perdido en la vida, la oración me ha ayudado a encontrar mi camino de nuevo", confiesa y recuerda que solo "Dios nos puede ayudar a superar cualquier cosa si confiamos en él. A las personas que están en momentos difíciles les digo que esta vida es a menudo difícil, pero Dios tiene un plan para nosotros y si se lo permitimos de corazón, Él puede y va a hacer cosas increíbles con nuestras vidas. Si realmente creen eso, entonces no es difícil sonreír y mirar cada día con una actitud optimista".
La ruta de Grabosky cruzará Arizona, Nuevo México, Texas, Oklahoma, Missouri, Illinois, Indiana, Ohio, West Virginia, Pennsylvania, Maryland, Virginia y Pennsylvania. También llegará a Nueva Jersey y Washington, DC.
Grabosky ha pedido a quienes quieran apoyarlo a seguir enviando sus pedidos de oración e invitó a quienes lo vean en la ruta a correr o caminar con él. Además ha pedido que le presten un sofá o un lugar para dormir en la noche.
"No tengo ninguna duda que tendré días brutales, pero creo en las palabras de Filipenses 4,13: puedo hacer todas las cosas en Cristo que me fortalece".
Para más información sobre la aventura de Grabosky se puede visitar su sitio web jeffrunsamerica.com


10 - Febrero -2011

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Deja el Fútbol por Amor a CRISTO

Chase Hilgenbrinck fue jugador profesional de fútbol en Chile y Los Estados Unidos.... mas de pronto dejó "todo" para seguir a quien es TODO: JESUCRISTO. Actualmente es Seminarista de Teología, en miras a consagrarse como sacerdote católico.


4 - Febrero -2011

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Testimonio de Conversión 
del Padre Corapi

El Padre John Corapi cuenta en este vídeo su conversión. En 1984 mendigaba por las calles de Los Ángeles. Era drogadicto. Un día su vida cambió radicalmente. En 1991 fue ordenado sacerdote por Juan Pablo II.


30 - Enero -2011

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Hermano Jean Pierre
Superviviente de los asesinatos de Thibirine.

"CLARO QUE HAY QUE PERDONAR, DIOS NOS LO PIDE"

En 1996, la comunidad de monjes trapenses del monasterio de Thibirine (Argelia) sufrió el ataque de varios fundamentalistas islámicos. Secuestraron a siete hermanos, y pocos días después, los decapitaron. Mañana se estrena la película De dioses y hombres, que reconstruye aquellos sucesos. Hemos entrevistado a uno de los supervivientes de aquel martirio, el Hermano Jean Pierre Schümacher, quien hoy es uno de los monjes trapenses de la comunidad de Nuestra Señora del Atlas (Marruecos)

La comunidad de trapenses de Thiberine,
antes de los asesinatos¿Dónde estaba usted cuando pasó todo? 
Estaba en la puerta. Era el portero y responsable de la puerta principal. Ellos entraron por la puerta de abajo, cogieron al guardia del monasterio y le obligaron a llevarlos a todos a las celdas de los Hermanos.

¿Cómo era su vida antes de los asesinatos?
Éramos una comunidad contemplativa. Teníamos poca vida social, trabajábamos en el campo y en la huerta. Teníamos un Hermano médico, muy mayor, que llevaba un pequeño dispensario. Celebrábamos los oficios…

¿Cómo era su relación con los musulmanes que vivían aquí?
Había gente que vivía en casas alrededor de nosotros; estábamos en la montaña y las relaciones con ellos eran muy buenas, muy fraternales. Éramos como una familia. El monasterio era de clausura, pero había un portero que recibía a la gente. Asistíamos a actos religiosos y entierros, lo que quería la gente. Teníamos muy buenas relaciones con ellos.
En nuestra comunidad, el Prior nos daba una exhortación todos los días; nos hablaba de la Regla de san Benito, nuestro fundador. Había otro Hermano encargado de la liturgia, de las oraciones y los cantos. Otro se ocupaba del trabajo. Teníamos una pequeña asociación para cultivar la huerta junto a cuatro padres de familia que trabajaban con nosotros. Cada uno tenía un pequeño terreno asignado y vendía sus productos. Al final del año, repartíamos los beneficios. Era una bonita forma de vivir juntos formando una familia. No hablábamos mucho de religión, pero teníamos entre nosotros muy buenas relaciones y, a través de ellos, nos comunicábamos con sus familias.

¿Había musulmanes fundamentalistas en su entorno?
No creo que los hubiera alrededor de nosotros, entre nuestro vecindario... Pero estábamos en plena montaña y la montaña estaba ocupada por los islamistas. Por eso estábamos indefensos.

Cuando se volvió la situación peligrosa, ¿por qué no se fueron? 
Porque escogimos estar allí, de acuerdo con nuestra comunidad de origen en Francia. Escogimos estar con ellos y compartir su vida... Ésa era nuestra vocación. Para aprender a conocer a la gente, hay que vivir entre ellos y compartir su vida. Ir hacia Dios, guardando nuestra propia religión. Era nuestra vocación. Además, el peligro era el mismo tanto para nuestros vecinos como para nosotros. Al quedarse con nosotros, se sentían seguros. Éramos como un matrimonio: vivíamos juntos para lo bueno y para lo malo.

El hermano Jean-PierreEl padre Christian, su Superior, antes de morir, se refirió a su asesino como mi amigo del último minuto. ¿Siguen siendo los islamistas sus amigos hoy?
Lo que había era una buena relación entre cristianos y musulmanes. Si hay una dificultad entre diferentes culturas y religiones es porque no nos conocemos bastante. Cuando nos conocemos mutuamente, somos como hermanos.

¿Y rezan todavía por ellos, por los asesinos?
Sí, rezo para que el espíritu de Dios actúe en ellos. Para que evolucionen hacia la fraternidad universal; para que, a pesar de las diferencias entre las religiones, las nacionalidades y las culturas, aprendamos a conocernos y a ayudarnos mutuamente.

¿Cree que tiene sentido ser un mártir hoy?
¿Pregunta si deseo, si quiero ser mártir? No, para nada. Estamos aquí para vivir con la gente y no para ser asesinados.

¿Cree que es posible perdonar?
Claro que hay que perdonar. Dios nos pide amarnos los unos a los otros. Al leer el testamento del padre Christian, nuestro Prior, verá cómo termina, va muy lejos: perdonando al que le ha matado.

¿Qué le ha parecido la película De dioses y hombres?
Me ha gustado muchísimo. Expresa muy bien el mensaje de lo que hemos vivido.

M.M.L. y J.L.V.D-M.
Traducción: Linita y Jorge Farnié


25 - Enero -2011

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ABBY JOHNSON


EX DIRECTORA DE CLÍNICA DE ABORTOS 

NARRA SU CONVERSIÓN 

AL CATOLICISMO Y CAUSA PRO-VIDA

"UnPlanned" (No planificado) es el libro en el que la activista Abby Johnson detalla cómo dejó su trabajo de directora de una clínica de abortos de la cadena Planned Parenthood (PP) para convertirse en defensora de la vida y abrazar la fe católica.

Johnson se convirtió en figura pública en noviembre de 2009 cuando un juez desechó una demanda de Planned Parenthood que pretendía silenciarla. La prensa estadounidense divulgó su sorprendente cambio y hoy su testimonio le permite salvar vidas de no nacidos en todo el país.
A pesar de los problemas legales y ataques personales de sus ex empleadores, Johnson narra su historia completa en el libro publicado por Ignatius Press y de venta en librerías locales desde el 11 de enero.
En el volumen, explica por qué dejó la industria del aborto para formar parte del movimiento pro-vida, rechazar incluso la anticoncepción y abrazar la fe católica.
Johnson comenzó como voluntaria en PP y llegó a dirigir la clínica de abortos Bryan/College Station, Texas (Estados Unidos).
Ella misma se sometió a dos abortos y sufría en silencio mientras sus empleadores le exigían alcanzar cuotas de abortos en la clínica y aceptaba sin cuestionamientos la ideología de PP sobre el falso "derecho al aborto".
Lo que suscitó su conversión fue la experiencia de ver en un monitor de ultrasonido cómo abortaron a un no nacido de 13 semanas.
Le pidieron que asistiera un aborto debido a escasez de personal en septiembre de 2009. Esos minutos cambiaron su vida para siempre. Ella pensaba que el bebé era incapaz de sentir algo con tan pocas semanas de concebido pero vio cómo se retorcía y huía del tubo que lo aspiraba.
"Luego se desplomó y comenzó a desaparecer dentro de la cánula ante mis ojos", recuerda Johnson y agrega que lo último que vio fue "cómo su pequeña espina dorsal, perfectamente formada era succionada por el tubo, y luego ya no estaba ahí".
En una entrevista con ACI Prensa el 11 de enero, Johnson señaló que dejó su trabajo y se unió al movimiento pro-vida para ayudar a las mujeres a entender la verdad sobre el aborto y no para convertirse en una figura pública. Fue PP y no la Coalición por la Vida, movimiento que la acogió, la que la llevó a publicar su historia.
La trasnacional abortista abrió una batalla legal contra Johnson para que no hablara de su ex trabajo y fue la organización anti-vida la que llevó su caso a la prensa.
"Esto no es lo que planeé para mi vida. Pero Dios lo preparó para mí y sería incorrecto alejarse de algo que Él ha querido para mi vida", sostiene Johnson y asegura que junto a su esposo han crecido en su fe durante todo este año y se preparan para entrar en la Iglesia Católica.
Uno de los últimos obstáculos que encontró en el curso de su conversión al catolicismo, fue aceptar la enseñanza de la Iglesia sobre el control de la natalidad, pero estudiar con "mente abierta" la "Teología del Cuerpo" de Juan Pablo II y otras fuentes de enseñanza de la Iglesia, junto a una experiencia personal mientras rezaba en un iglesia, la hizo comprender la plenitud de la enseñanza de la Iglesia sobre la sexualidad.


15 - Enero -2011


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MI VOCACIÓN AL MATRIMONIO
Madre de Familia

La pregunta que me han hecho, es cómo vivo mi vocación al matrimonio. Me casé cuando tenía 25 años, después de terminar mi carrera de Derecho, en el mes de septiembre, el día 21, día de San Mateo, fue uno de los días más felices de mi vida, porque me unía a la persona que quería, que quiero y con la que pasaré el resto de mi vida, si Dios quiere, y porque se me abría un proyecto de vida totalmente nuevo y apasionante: formar una familia cristiana, siempre con la garantía de saber que el Señor nos acompañaba en ese momento y que lo hará el resto de nuestras vidas.
     Al año siguiente de casarnos, nació nuestro primer hijo varón, a los dos años la niña, ¡la parejita! ¡Qué bien! Ahora se lleva mucho esto, pero el Señor quiso regalarnos dos varones más. En seis años nacieron los cuatro. Evidentemente tuve que dejar mi carrera a un lado, no fue renuncia, fue elección, quería tener a mi familia y criarla, además de intentar cumplir lo que Dios nos pedía en ese momento a mi marido y a mí. ¿Cómo sabes si estás haciendo bien? ¿Cómo sabes lo que Dios te pide? Normalmente, El no se aparece y no nos habla directamente, ni lo hace a través de grandes manifestaciones, sino en la vida sencilla, en los pequeños actos de la vida diaria y que con ayuda de tu director espiritual, porque los casados también tenemos, ir viendo lo que el Señor quiere de ti.
     Este año, mi marido y yo, cumplimos 14 años de casados, mi vocación al matrimonio sigue intacta, es el camino que Dios me ofreció, que acepté y que me hace feliz cada día, aunque no es fácil, mis hijos se van haciendo mayores y nuestra labor como educadores es dura, y más en esta sociedad en la que vivimos y en la que los valores cristianos “no están de moda”. Pero con la ayuda de Dios caminamos hacia delante.
     Los caminos que el Señor ofrece son distintos para todos, no todos tienen que ser sacerdotes o consagradas, el Señor necesita matrimonios que formen familias cristianas, que muestren, enseñen su amor y que anuncien su mensaje, ya que esto no es tarea sólo del sacerdote sino de todos los fieles cristianos, cada uno desde su vocación.


23 - Diciembre -2010


Campaña de Navidad: 

Un regalo para toda la vida 


10 - Diciembre -2010

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Intelectual ateo: 
Urge defender a cristianos perseguidos 
en todo el mundo.
Bernard-Henri Lévy es un pensador ateo considerado como referencia intelectual de la llamada nueva izquierda. En un artículo publicado en el diario italiano Corriere della Sera afirma que es necesario defender a los cristianos perseguidos en todo el mundo, comenzando por Asia Bibi, la mujer condenada a morir en Pakistán acusada de blasfemia.

En el artículo publicado este miércoles titulado "Defender a todos los perseguidos comenzando por los cristianos de Oriente, el intelectual francés señala que "recientemente he declaro, al margen de una conversación con un periodista de la agencia española Efe, que hoy los cristianos constituyen, en escala planetaria, la comunidad más constante, violenta e impunemente perseguida".

Esta frase, escribe, "ha sorprendido, y ha provocado cierta agitación aquí y allá". Para probar su afirmación enumera diversos casos como la reciente masacre contra los siro-católicos en Irak donde murieron 58 personas, la prohibición del culto cristiano en Irán, la persecución anti-cristiana en la Franja de Gaza, en Sudán, contra los evangélicos en el país africano de Eritrea, el asesinato reciente de un sacerdote en El Congo y la persecución violenta contra los cristianos en la India.

Lévy refiere además la persecución contra los cristianos en Egipto y Argelia, países mayoritariamente musulmanes, y cómo aún existen regímenes comunistas en el mundo que no permiten la plena libertad de culto como Cuba, Corea del Norte y China.

Tras rechazar el antisemitismo y recordar que los judíos también fueron perseguidos pero que esto sí se condena, el pensador recuerda que el Papa Benedicto XVI ha alzado la voz para defender a los cristianos de Oriente que tanto han hecho por la riqueza espiritual de la humanidad.

Ante los cristianos perseguidos, explica Lévy, cabe una de dos actitudes: "o se adhiere uno a la doctrina criminal y loca que hace competir a las víctimas (a cada uno los propios muertos, a cada uno la propia memoria y, entre unos y otros, la guerra de muertos y memorias) y si nos preocupa sólo las ‘propias’ víctimas. O se rechaza (sabemos que en todo corazón hay suficiente espacio para compasión, luto y solidaridad no menos fraternos)".

Y con esa misma energía con que se rechaza esta doctrina criminal, continúa el intelectual ateo, "(casi digo con la misma fe), se denuncia el odio planetario, la ola homicida de la que son víctimas los cristianos, cuya vieja condición de representantes de la religión dominante, o en todo caso, más poderosa, impide tomar verdadera conciencia".

Finalmente Lévy cuestiona: "¿existe acaso permiso para matar cuando se trata de los fieles del ‘Papa alemán’? ¿Un permiso para oprimir, humillar, martirizar, en nombre de otra guerra de las civilizaciones no menos odiosa que la primera?"

"Pues no –concluye–. Hoy es necesario defender a los cristianos".


25 - Noviembre -2010

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DE ENFERMERA 
MONJA MISIONERA DE LA CARIDAD 
DE LA 
MADRE TERESA DE CALCUTA

María Teresa Martínez Vallvey, vecina de Pamplona de 35 años, acaba de rehusar a su plaza de enfermería después de años de estudio y tres oposiciones. "Renuncié el mismo día en que tomé posesión del puesto", comenta alegre. También ha dejado su acta de concejal por UPN en el Ayuntamiento de Berrioplano y, en breve, se despedirá de su familia y amigos para comenzar una nueva etapa en su vida. "A mí no se me apareció ningún ángel para alertarme.
Mi vacío interior era cada vez mayor", relata sobre su decisión: convertirse en monja de la orden de la Madre Teresa de Calcuta, las Misioneras de la Caridad.

Nacida en Bilbao, pero en Pamplona desde 1989, ella es la pequeña de 9 hermanos. Estudió enfermería en la Universidad de Navarra y, hasta la fecha, desempeñaba su trabajo como enfermera en el Hospital de Navarra. Durante esta legislatura ha sido concejal de UPN en Berrioplano. "Entré en política porque sabía que había recibido de la sociedad formación, y quería transmitirlo de alguna manera. Pero no es mi camino", comenta.

"Siempre he intuido que estaba puesta por Dios para algo. Él nos preguntará al final que hemos hecho con nuestra vida. Y yo tenía un vacío, a pesar de tener todo lo que una persona puede tener", comenta mientras recuerda los últimos tres años, en los que se ha fraguado, poco a poco, su decisión definitiva.

"Para mí la fe siempre ha estado ahí, pero en distintos niveles de importancia en mi vida en función de los años. Hace tres años empecé a rezar más. Me gusta mucho esa frase de Santa Teresa en la que se dice que para un cristiano que no haga oración ni 15 minutos al día no necesita ya demonio que le tiente", reflexiona.

En el verano de 2009, movida por una inquietud que le impulsaba a conocer el tercer mundo y la pobreza, llegó a la India, cerca de Calcuta. "Caí en shock. Lo duro no fue ver a la gente en la calle o la pobreza tan grande. Lo duro para mí fue el contraste de mi vida con lo que allí me encontré. Fui allí con otra médico y una farmacéutica y por la mañana ayudábamos en un asilo de gente necesitada en Predman y por la tarde en un lugar que creó la Madre Teresa en Kalighat, donde la gente va a morir", cuenta. En la India encontró lo que había echado de menos en su vida.

"Al volver a Pamplona, entristecí. Allá no había sentido una llamada especial a mi vocación y la dejé aparcada, junto a la tumba de la Madre Teresa de Calcuta. Le di muchas vueltas a todo y mi director espiritual me recomendó que lo dejara todo escrito, por si me servía en un futuro para conocer la llamada", rememora María Teresa Martínez.

Desde entonces, comenta, se dedicó a "cumplir el mensaje de la Madre Teresa" con su familia, con sus amigos o con los enfermos. "Pero, de verdad, nada me llenaba. El vacío que sentí era muy grande y no quería quedarme en verano en Pamplona. Sin embargo, se me cerraron todas las puertas de las ONG para poder acudir a algún lugar. Casualmente, a través de una amiga, pude acudir a Nápoles a colaborar en un campamento de niños con familias con problemas", expone sobre cómo dio otro paso hacia su decisión.

"En Nápoles me entró la paz y la alegría, las monjas que allí había me dieron envidia. Tras leer textos de la Madre Teresa a su vuelta a Pamplona decidió dar un paso más para disipar sus dudas y pasó 15 días en Madrid en un convento. "Ahora me encaja el puzzle de mi vida", relata mientras asegura que lo deja todo "para ser feliz". "A pesar de cambiar la comodidad de mi vida actual por otra que puede ser más un camino de espinas", señala.

En enero marchará medio año al centro que la orden de las Misioneras de la Caridad tienen en Sabadell. Será su primer paso. Luego vendrá el noviciado en Roma y, por último, los votos. "Luego, donde toque", concluye.



15 - Noviembre -2010


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Esperanza Puente: 
“La Iglesia me recibió como 
una madre, sin reproches”
Víctima del aborto

 "El aborto es un instrumento del demonio"
Madre soltera a los dieciocho, decidió abortar cuando, años después, volvió a quedarse embarazada. Arrepentida de aquella decisión, decidió poner todos sus esfuerzos en concienciar a la sociedad respecto al aborto. Su última iniciativa, la publicación de Rompiendo el silencio (Ed. Libros Libres).
-Abortar, ¿cómo afectó a su vida?
-Yo, que era alegre y simpática, me convertí en una persona miedosa, con cambios de humor, a la que se notaba que le faltaba algo. Los destrozos fueron enormes.
-Cuando abortó, ¿sabía lo que hacía?
-Supongo que era consciente de que iba a perder un hijo, pero no de las heridas a las que tendría que enfrentarme después.
-¿Heridas? ¿De qué tipo?
-Humanas y espirituales.
-Las espirituales…
-Las sufren todas las mujeres que abortan, incluso las que no creen. Mire, no somos carne andante y ya está, sino que nacemos con conciencia natural, de ahí que el aborto pase factura.
-Tener creencias, ¿ayuda?
-Sí, porque tienes la esperanza del perdón.
-¿Lo ha experimentado?
-El mío mismo y el de Dios.
-Hábleme del de Dios.
-El día que lo experimenté lo recuerdo, junto cuando di a luz, como uno de los más felices de mi vida. Fue un renacer impresionante. Era consciente de que Él me perdonaba. Después me confesaría.
-¿Llevaba mucho sin hacerlo?
-De la fe me había alejado para, supuestamente, vivir la vida y disfrutarla. Aquello me llevó a tomar decisiones que iban contra la fe. Y contra mí misma. Porque el aborto es contrario a la naturaleza de la mujer.
-El alejamiento, ¿fue total?
-Es verdad que durante un tiempo me aparté de la Iglesia, que dejé de practicar, que no me planteé cuestiones de fe…
-¿Pero…?
-Pero también es cierto que no dejé de sentir a Dios, protegiéndome en situaciones conflictivas y difíciles.
-En su regreso a la fe, ¿tuvo que ver que de niña le enseñaran cuál era el camino de vuelta?
-La formación que recibí en mi familia y en el Opus Dei me ayudaría a volver a la Iglesia, sí.
-Cuénteme de la casa en que nació.
-Era un hogar matriarcal y de práctica cristiana. En él convivíamos cuatro generaciones: la de mi bisabuela, la de mi abuela, la de mi madre y la mía. Aquellos años los recuerdo felices y de aprendizaje continuo.
-Su abuela le marcó, ¿no?
-Decía que por mucho que el viento zarandee un árbol, si éste tiene buenas raíces, ya se enderezará. Y tenía razón, se lo digo yo.
-¿Qué más decía?
-Que cada uno vamos en nuestra mortaja.
-O sea…
-Que no se nos va a pedir cuentas por lo que hayan hecho los demás, sino nosotros. Eso me ha ayudado a juzgar lo menos posible y a perdonar.
-Antes hablaba del Opus Dei. Sin embargo, pertenece al Camino Neocatecumenal.
-Cosas de Dios, que fue poniendo personas en mi camino para que me encontrara con el Camino.
-¿Qué ha aprendido allí?
-A ser libre, pero libre de verdad, libre para actuar bien.
-Su historia recuerda a la del hijo pródigo.
-La Iglesia me recibió como una madre, sin reprocharme nada.
-¿Y Dios?
-Como un padre, con los brazos abiertos, tratándome como si fuera única, como si el resto de la gente no existiera. Fue una experiencia… Ya digo, el día más feliz de mi vida.
-Habla de Dios. ¿Se atreve a hacerlo del demonio?
-A lo largo del siglo XX ha conseguido dos victorias.
-Primera victoria.
-Que lo malo se vea como bueno.
-¿Se refiere al aborto?
-Digamos que es un instrumento del que se sirve para lograr múltiples objetivos: destruir a la mujer, y al hombre, y a la familia, y a la vida…
-Segunda victoria.
-Que no se crea en él. Por eso va sin careta.
-Ante eso, ¿qué hacer?
-Confiar en el poder de la eucaristía. Y en el de la oración. Hay que rezar. Y rezar deprisa.
-¿Deprisa?
-Los que tenemos esperanza sabemos que el bien prevalecerá sobre el mal. Pero hasta entonces el mal seguirá campando a sus anchas y haciendo mucho daño. La lucha entre el bien y el mal ha de ser ya a cara descubierta.

 30 - Octubre -2010



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Christopher Hartley Sartorius: 
“No hay que tener miedo”

 Misionero

Fue párroco de San José de los Llanos, en la región dominicana de San Pedro de Macorís, entre 1997 y 2006, año en que le obligaron a abandonar el país. A esa vastísima extensión de cañaveral Hartley la llama “la antesala del infierno”. Ésta es, a brochazos gordos, la descripción que hace: miles de haitianos, engañados con la promesa de una vida mejor, hacinados en bateyes, sin agua corriente ni electricidad, acosados por la enfermedad, las golpizas de los capataces y un hambre congénita, heredada. El tiempo que duró su misión allí, Hartley enseñó a su pueblo los rudimentos de la fe, y también el significado de las palabras “derecho” y “libertad”. Como no quiere que ésta sea una entrevista de ternezas y flores, el Padre la arranca responsabilizando a los Vicini, los Fanjul y los Campollo (tres de las familias más poderosas de República Dominicana) del sufrimiento de tantísimos haitianos en los cañaverales del azúcar amarga.
-A usted, amenazas de muerte por medio, le echaron de República Dominicana…
-No por ser sacerdote, sino por creer que los pobres son el centro de la misión del Evangelio, creencia que me enfrentó con los Vicini, propietarios de aquellos campos de azúcar.
-Habrá quien piense: “Teología de la liberación”.
-”Comprometeos en todas las causas justas de los trabajadores”. ¿Sabe quién lo dijo? No Karl Marx, sino Juan Pablo II el día de mi ordenación. También nos dijo: “Quiero que vistáis como sacerdotes”.
-Usted lo hace.
-Lo mismo aquí, que en las plantaciones, que en África, rodeado de musulmanes. Voy de cura porque me lo dijo el Papa. ¿Por qué iba hacerle caso en eso y no en lo otro, lo de los trabajadores?
-O sea, que actuó como actuó…
-En virtud del encargo que recibí de la Iglesia: pastorear a un pueblo. Para eso me bastó el Evangelio, la Doctrina Social de la Iglesia y el testimonio de los santos, algunos de los cuales lo pagaron con su vida.
-¿Nunca se dejó arrastrar por el miedo?
-Como pastor, me acercaba a mi rebaño diciendo: “No tengáis miedo”. Si cada vez que los guardas me apuntaron con una escopeta hubiera salido huyendo, habría defraudado a mis fieles. No hay que tener miedo.
-¿Y en la desesperanza? ¿Cayó en la desesperanza?
-El entusiasmo y la alegría con que, a pesar de todo, viví aquello no habrían sido posibles si en el seminario no me hubiesen inculcado la importancia de la vida contemplativa, de la oración.
-Rezando en aquellos campos, ¿qué enseñanzas sacó?
-Descubrí qué era la libertad evangélica: estar dispuesto a dar hasta la última gota de tu sangre por la misión que te ha sido encomendada, y estar dispuesto a darla con alegría. Porque nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
-¿Qué más?
-El trato frecuente con Él en la oración me hizo no perder de vista que yo no era el protagonista de esta historia.
-¿Quién si no?
-Aquel que me envió a las plantaciones.
-Y una vez allí, ¿le abandonó a su suerte?
-Me esperaba en cada uno de los pobres, que eran como pedazos de un mosaico de la Pasión. Encontrarme con ellos fue encontrarme con el Señor.
-Tras años de lucha, las condiciones de vida allí han mejorado.
-Nunca me cansé de repetirle a mi pueblo: “Dios está con nosotros. Ustedes tienen derechos. Las cosas van a cambiar”.
-Vamos por partes: “Dios está con nosotros”.
-Antes se sentían abandonados. Ahora se saben hijos de Dios. Porque sólo cuando la Iglesia da signos de credibilidad contundentes puede atravesar la coraza de la sociedad en que vivimos.
-”Ustedes tienen derechos”.
-La conciencia de pertenecer a la Iglesia y de ser hijos de María (alrededor de la cual tantas veces nos congregamos) les sirvió para identificarse como personas, y no como objetos, que es a lo que pretendían reducirlos sus explotadores.
-”Las cosas van a cambiar”.
-Y lo han hecho. ¡Y más que van a cambiar! Porque una vez la pasta de dientes sale del tubo, ya no se puede volver a meter. Antes, el Estado de Derecho terminaba donde comenzaba el cañaveral; ahora empieza a entrar en él.
-Ahora me dirá que usted no ha tenido nada que ver.
-No puedo ir poniéndole la firma a obras que son de Dios, porque sería apropiarme de lo que no es mío. Yo sólo fui un instrumento. Segué donde otros sembraron y sembré donde otros segarán. Porque en la economía de la salvación raro es el que siega lo que ha sembrado.
-De República Dominicana a Etiopía. ¿No escarmienta?
-Con los pobres tengo una responsabilidad ante Dios. Además, ser su amigo es una inversión a largo plazo.
-¿Qué quiere decir?
-Que los pobres te cierran todas las puertas, salvo las del Cielo. Y el día que yo muera, espero que a esas puertas vayan a esperarme muchos ‘don nadie’ que -¡ojalá!- puedan decir de mí: “Déjale entrar porque fue bueno con nosotros”.


25 - Octubre -2010


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José Javier Esparza: 
“Me gusta vivir en combate”

Periodista y escritor

"En las devociones me traiciona mi biografía".
Si hace unos años le hubieran pedido que diese testimonio de su fe, quizás hubiera dicho que no. No por respetos humanos -¿respetos humanos? ¿Esparza? ¡Venga, hombre!-, sino por haberlo visto innecesario. Entonces la cuestión religiosa no era tan polémica. Pero hoy… Vamos, que iba él a perderse una ocasión así para meterse en la boca del laicismo feroz.
-Dicen de usted que entiende la vida como combate.  
-Es que de jovencito fui soldado. Entonces quería ser héroe. Aquellos dos años fueron de honda influencia en mi vida; tanto, que sigo reconociéndome en lo militar.  
-Esa etapa, ¿le marcó también en lo religioso?  
-Sí. En las devociones me traiciona mi biografía personal e intelectual: Santiago, san Jorge, san Miguel Arcángel, la Inmaculada…  
-¿Sólo en sus devociones?  
-También cuando me preguntan cuáles son mis pasajes favoritos del Evangelio.  
-¿Cuáles son sus pasajes…?  
-La expulsión de los mercaderes del templo y la curación del hijo del centurión. Quizá sea demasiado políticamente incorrecto decirlo.  
-Veo incorrección política en el primero, no en el segundo. 
-La hay. Al hijo del centurión le salva, por encima de toda racionalidad consciente, la fe de su padre. Eso hoy es difícil de explicar.  
-Tal vez si se apela a la fe del carbonero…  
-Tal vez. Porque todos llevamos dentro a un carbonero. O, si se prefiere, a un labrador que cuando ve salir el sol y sucederse las estaciones, inevitablemente cree.  
-¿De verdad lo piensa?  
-¿Sabe? Conozco un montón de gente que dice que no cree y que, sin embargo, reza. Creo que no se puede vivir sin rezar. Deberíamos ser todos un poco más sinceros con estas cosas.
-¿A qué se refiere?  

-A que estoy convencido de que la espiritualidad forma parte de las reacciones naturales, mecánicas y espontáneas del hombre.  
-Entonces, ¿cómo explica que haya tantos ateos, tantos agnósticos?  
-Buena parte de la desafección de la gente a lo sagrado, a lo divino, proviene, más que de una convicción, de un prejuicio, de una pose.  
-Conclusión.  
-Sustituir la espiritualidad por la superstición de la ciencia o por cosas del estilo me parece un error.  
-Hablamos de los demás. Pero ¿y usted? ¿Reza?  
-Rezo. De la forma más íntima posible. Y mi familia -extensa- es la principal beneficiaria de las oraciones.  
-El hogar en que nació, ¿era cristiano?  
-Sí. Sin estridencias, pero profundamente.  
-¿Y la educación que recibió?  
-Estudié el bachillerato en un colegio del Opus.  
-Le pregunto por su familia, por el colegio, porque usted pertenece a una generación…  
-Que ha atravesado por cuantiosas vicisitudes personales e intelectuales y, con frecuencia, a lo bestia.  
-Resumiendo.  
-En cuarenta y cinco años me he acercado y alejado de Dios reiteradas veces, en una y otra dirección, hacia arriba y hacia abajo, convulsamente y sin parar.  
-Echa la vista atrás y… ¿qué ve?  
-Que en el fondo nunca he dejado de dar vueltas en torno al mismo sitio, y ese sitio es precisamente Dios.  
-¿No le da pudor hablar de Él?  
-Ya no. Hoy, menos que nunca.  
-¿Alguna vez se lo dio?  
-No exactamente. Lo que pasa es que hace ocho, diez años, la religiosa no era una cuestión palpitante en la vida pública.  
-Hoy sí lo es.  
-Por eso hay que hablar. Porque a medida que la situación se va crispando, las posiciones deben delinearse con mucha mayor claridad.  
-Le van a llamar de todo.  
-Ya lo han hecho. Pero en el caso de un periodista y un escritor, que está todos los días en la plaza pública, eso forma parte del combate cotidiano.  
-O sea, que no se siente perseguido.  
-Me siento, ya digo, en combate, pero es así como me gusta vivir.  
-Y un hombre de acción y de pensamiento como usted, ¿cómo se imagina a Dios?  
-Cuestión de cuestiones. Me gusta demasiado la historia del arte como para pensar en una imagen que no se parezca a algo que haya sido pintado, escrito o compuesto ya.  
-¿Por ejemplo?  
-Cuando pienso en Dios, oigo la cantata 140 de Bach y veo un bosque bajo un cielo pintado por Patinir.  
-¿Por qué Bach y Patinir y no otros?  
-¡Vaya usted a saber! Otras veces, veo un prado interminable, o un acantilado besado por olas furiosas, o una mano que se le tiende a uno…  
-¿Y de una forma más interior, menos visible?  
-Lo asimilo inevitablemente a conceptos de fusión, de absorción, de luz que abarca hasta el infinito, y también como fuente de toda vida, y como centro del orden milagroso que nos rodea, y como…
15 - Octubre -2010


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CARTA DE UN SACERDOTE


Carta del P. Martín Lasarte, salesiano uruguayo que hace casi 20 años está en Angola (África). Es una carta dirigida al periódico New York Times, que se ha empeñado en una campaña mediática contra la Iglesia y el Papa, más allá del doloroso escándalo de los sacerdotes que han sido motivo de escándalo por sus inconductas sexuales aberrantes.
Querido hermano y hermana periodista:
Soy un simple sacerdote católico. Me siento feliz y orgulloso de mi vocación. Hace veinte años que vivo en Angola como misionero.
Me da un gran dolor por el profundo mal que personas que deberían de ser señales del amor de Dios, sean un puñal en la vida de inocentes. No hay palabra que justifique tales actos. No hay duda que la Iglesia no puede estar, sino del lado de los débiles, de los más indefensos. Por lo tanto todas las medidas que sean tomadas para la protección, prevención de la dignidad de los niños será siempre una prioridad absoluta.
Veo en muchos medios de información, sobre todo en vuestro periódico la ampliación del tema en forma morbosa, investigando en detalles la vida de algún sacerdote pedófilo. Así aparece uno de una ciudad de USA, de la década del 70, otro en Australia de los años 80 y así de frente, otros casos recientes… Ciertamente ¡todo condenable! Se ven algunas presentaciones periodísticas ponderadas y equilibradas, otras amplificadas, llenas de preconceptos y hasta odio.
¡Es curiosa la poca noticia y desinterés por miles y miles de sacerdotes que se consumen por millones de niños, por los adolescentes y los más desfavorecidos en los cuatro ángulos del mundo! Pienso que a vuestro medio de información no le interesa que yo haya tenido que transportar, por caminos minados en el año 2002, a muchos niños desnutridos desde Cangumbe a Lwena (Angola), pues ni el gobierno se disponía y las ONG’s no estaban autorizadas; que haya tenido que enterrar decenas de pequeños fallecidos entre los desplazados de guerra y los que han retornado; que le hayamos salvado la vida a miles de personas en Moxico mediante el único puesto médico en 90.000 km2, así como con la distribución de alimentos y semillas; que hayamos dado la oportunidad de educación en estos 10 años y escuelas a más de 110.000 niños...
No es de interés que con otros sacerdotes hayamos tenido que socorrer la crisis humanitaria de cerca de 15.000 personas en los acuartelamientos de la guerrilla, después de su rendición, porque no llegaban los alimentos del Gobierno y la ONU. No es noticia que un sacerdote de 75 años, el P. Roberto, por las noches recorra las ciudad de Luanda curando a los chicos de la calle, llevándolos a una casa de acogida, para que se desintoxiquen de la gasolina, que alfabeticen cientos de presos; que otros sacerdotes, como P. Stefano, tengan casas de pasaje para los chicos que son golpeados, maltratados y hasta violentados y buscan un refugio. Tampoco que Fray Maiato con sus 80 años, pase casa por casa confortando los enfermos y desesperados. No es noticia que más de 60.000 de los 400.000 sacerdotes, y religiosos hayan dejado su tierra y su familia para servir a sus hermanos en una leprosería, en hospitales, campos de refugiados, orfanatos para niños acusados de hechiceros o huérfanos de padres que fallecieron con Sida, en escuelas para los más pobres, en centros de formación profesional, en centros de atención a seropositivos… o sobretodo, en parroquias y misiones dando motivaciones a la gente para vivir y amar.
No es noticia que mi amigo, el P. Marcos Aurelio, por salvar a unos jóvenes durante la guerra en Angola, los haya transportado de Kalulo a Dondo y volviendo a su misión haya sido ametrallado en el camino; que el hermano Francisco, con cinco señoras catequistas, por ir a ayudar a las áreas rurales más recónditas hayan muerto en un accidente en la calle; que decenas de misioneros en Angola hayan muerto por falta de socorro sanitario, por una simple malaria; que otros hayan saltado por los aires, a causa de una mina, visitando a su gente. En el cementerio de Kalulo están las tumbas de los primeros sacerdotes que llegaron a la región… Ninguno pasa los 40 años.
No es noticia acompañar la vida de un Sacerdote “normal” en su día a día, en sus dificultades y alegrías consumiendo sin ruido su vida a favor de la comunidad que sirve.
La verdad es que no procuramos ser noticia, sino simplemente llevar la Buena Noticia, esa noticia que sin ruido comenzó en la noche de Pascua. Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece.
No pretendo hacer una apología de la Iglesia y de los sacerdotes. El sacerdote no es ni un héroe ni un neurótico. Es un simple hombre, que con su humanidad busca seguir a Jesús y servir sus hermanos. Hay miserias, pobrezas y fragilidades como en cada ser humano; y también belleza y bondad como en cada criatura…
Insistir en forma obsesionada y persecutoria en un tema perdiendo la visión de conjunto crea verdaderamente caricaturas ofensivas del sacerdocio católico en la cual me siento ofendido.
Sólo le pido amigo periodista, busque la Verdad , el Bien y la Belleza. Eso lo hará noble en su profesión.
En Cristo,
P. Martín Lasarte sdb
Angola - África


10 - Octubre -2010

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Mujer con 
discapacidad degenerativa 
encontró en la oración  
sentido para su dolor
 

María José Solaz Viana es una valenciana de 36 años de edad y desde niña padece una enfermedad degenerativa que ahora le impide valerse por sí misma. Ella asegura que su vida es bella, no se cansa de dar gracias a Dios por "poder llevar la cruz de las personas que sufren" y es conocida porque todos los días pasa largas horas en oración en su parroquia.
Según informa la agencia AVAN, María José vive en Caudete de las Fuentes, Valencia, y sufre una ataxia de Friedreich que afecta progresivamente su sistema nervioso y muscular. Hace 20 años utiliza una silla de ruedas para desplazarse y desde hace diez su discapacidad alcanzó el grado máximo, por lo que depende de otras personas para todo.
María José ha encontrado su fuente de fortaleza en la oración. Todos los días permanece dos horas a solas en su parroquia rezando y pide a Dios, entre otras cosas, por "los males de quienes sufren y me piden que ore por ellos" o, "al menos, para que encuentren alivio".
A los 9 años de edad, cuando recibió la Primera Comunión, recibió la noticia de su enfermedad y recuerda que "el último día que pude andar por mí misma fue el de mi Confirmación", a los 15 años.
Según AVAN, "en los meses siguientes, su musculatura se fue atrofiando como consecuencia de la enfermedad que le afecta ya a todo el cuerpo. En 1995, su grado de discapacidad era del 95 por ciento, según los estudios médicos que se le hicieron, y hace ya una década llegó al cien por cien. Además de no poder mover apenas parte alguna de su cuerpo, desde hace años padece graves dificultades para oír, ver y, sobre todo, hablar".
María José ha escrito numerosas cartas a Dios para "agradecerle el regalo de cada nuevo día" y aunque en los últimos meses le resulta más difícil usar la computadora, cuenta con reflexiones y meditaciones que siempre comienzan con el agradecimiento a Dios.
"Dios mío, gracias de todo corazón por haberme creado, por regalarme un nuevo día, por todo lo que me das y por lo que me darás porque, aunque me inquiete, siempre será lo mejor", escribe María José.
En 1999, María José publicó el libro "Y a veces, Venus…" en el que recopila sus poesías. Explicó que escogió el título porque ese planeta "es lo que más brilla en la noche, como el Señor, el lucero que me despierta cada mañana".
Para ella, lo más duro de su enfermedad es la creciente dificultad que tiene para conversar con los demás y encuentra "alivio" a sus dolores intensos "mirando el crucifijo".
"Me consuela mucho pensar que Jesús, siendo Dios, quiso pasar por la cruz por amor a nosotros", afirma.
AVAN explica que sus padres, Pepe y María Luisa, ambos de 73 años, se encargan de todo el cuidado de María José en casa. Sus padres vendieron sus tierras para poder dedicarse por completo a María José y aunque reciben ayuda económica de la Administración, están seguros de tener la mejor asistencia desde arriba porque lo que "nos mantiene en pie es, sobre todo, la fe".
María José asegura que su "ejercicio favorito" es el espiritual y es al que más horas dedica. Todas las mañanas su padre la lleva a la parroquia del pueblo para que pueda rezar ante el sagrario, en una pequeña capilla anexa al templo, donde se celebra la misa diaria.
"Hablo con Jesús cara a cara", afirma María José y relata que participa en la vida celebrativa de la parroquia. Su enfermedad afecta su cuerpo pero no ha mermado su capacidad intelectual. Ella es "totalmente consciente" de su situación y la afronta con serenidad y entereza.
Sin embargo, su camino no fue siempre sereno. Cuando cumplió 20 años de edad tuvo una fuerte crisis de fe y rechazaba su situación. "No sólo iba perdiendo la salud, sino también a muchos amigos", lo que le llevó a sentirse "sola y desgraciada, a pesar de que también había gente que me ayudaba", recuerda. Incluso confiesa que estuvo "a punto de arrojar la toalla" pero superó este momento gracias a la fe que le transmitieron sus padres.
El párroco de Caudete, Salvador Romero, define el testimonio de María José como "una muestra extraordinaria de amor, fe, superación y ganas de vivir". El sacerdote destaca el "altísimo grado de comprensión que tiene María José de su misión como intercesora entre Dios y los hombres, algo que nos corresponde a todos los cristianos, pero que en casos como el de ella se asume desde una coherencia fuera de lo común".
Para el sacerdote es importante que María José no sólo viva su situación "con aceptación y paz, sino con gratitud e incluso generosidad, al ofrecerse a Dios para llevar también los sufrimientos de los demás".
María José explica que su "vida espiritual" le permite "comprender que mi vida es bella" y que, a pesar de sus problemas, puede ser feliz.
"Dios no me ha maltratado, no me arrepiento en absoluto de haber confiado en Él y ni siquiera le pido que me cure con un milagro, sino que haga siempre su voluntad en mí", agrega.
Para ella, el sentido de su vida radica en "saber que Dios me ama hasta el extremo" y que su discapacidad, su soledad tienen sentido porque "me han ayudado a conocerle a Él" y porque, además, "puedo ofrecerle mi sufrimiento para ayudar a otros". Preguntada sobre las personas que en su situación prefieren morir, responde que "si se acogieran a Dios, todo cambiaría".
Además, espera que "quizás viendo mi pequeñez, es como algunas personas puedan reconocer que Dios es grande" y que, "a pesar de cosas como las que me pasan a mí, es posible sonreír y tener muchos momentos buenos".
"Yo nunca he aspirado a nada grande" y "el mérito de todo lo que he contado no es mío sino de Dios, que me da la fuerza; sin Él, todo esto sería imposible", concluye.

5 - Octubre -2010
  
VANESA GONZÁLEZ
(Su llamada)




30 - Septiembre -2010

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EL ACTOR MARK WAHLBERG
SE DECLARA 

FERVIENTEMENTE CATÓLICO
EN LA REVISTA "TIME"

“Me paso una gran parte de mi día dando gracias a Dios por todas las bendiciones que me ha concedido” responde a una de las preguntas de los lectores y afirma que “todo lo bueno que ha sucedido en mi vida ha sido a causa de mi fe”
La revista Time dedicó al actor Mark Wahlberg la sección ’10 preguntas’ el pasado 16 Agosto -que fueron remitidas por los lectores de la publicación- y de las que destacamos dos.
Preguntado por su vida disipada durante su adolescencia y su paso por la cárcel el actor reconoce que cometió un montón de errores debido a un exceso de tiempo libre mientras que sus padres trabajaban muchas horas al día “para llevar comida a nuestra mesa”.

Desde su recorrido vital se le pide: “¿qué consejo le da a su hijos para que no cometan los mismos errores?”. A lo que responde: “ahora, antes de aceptar un papel, quiero asegurarme de que me queda tiempo para mis hijos y puedo estar comprometido con cada aspecto de su vida. Mi mujer y yo tratamos de inculcarles los valores más importantes, y la fe es el más importante”.

Otro lector le pregunta hasta qué punto el hecho de ser católico practicante le ayuda en su carrera. Mark responde sin ambages que “todo lo bueno que ha sucedido en mi vida ha sido a causa de mi fe” a lo que añade “mucha gente sufre una crisis, va a la cárcel y encuentra a Dios, y en cuanto ya no Le necesitan, se olvidan de Él”. En contraposición afirma que “sin embargo, yo me paso una gran parte de mi día dando gracias a Dios por todas las bendiciones que me ha concedido. Si todo se acabara hoy para mí, estaría feliz. Porque en mi vida he tenido un itinerario maravilloso”.

Profunda transformación
Estas respuestas no serían noticia si no vinieran de un star system hablando con total libertad sin importarle lo más mínimo el ‘qué dirán’ y por la profunda transformación que ha sufrido la vida del artista de 39 años. Nacido en una familia irlandesa y educado en la fe católica, Wahlberg -el pequeño de nueve hermanos- creció sin demasiado control por parte de sus padres, que se separaron cuando él tenía 11 años. Abandonó pronto la costumbre de ir a clase y dedicó su tiempo a vender drogas y cometer pequeños robos hasta que, durante un atraco, hirió a un hombre y fue condenado a pasar 45 días en la cárcel.
De su paso por la prisión el actor sacó en claro que su vida tenía que cambiar, y mucho. Redescubrió a Dios y se acercó de nuevo a la fe católica. Al salir de la cárcel, se centró en el trabajo y comenzó una brillante carrera que le llevaría por escenarios musicales, por los carteles publicitarios como modelo y, por fin, el cine.

Pero fue a principios de 2000 cuando verdaderamente la vida de Mark cambió. Después de numerosas relaciones amorosas con estrellas de Hollywood, conoció a la modelo Rhea Durham. Se acercó a ella atraído por su aspecto físico –“fue sexo a primera vista, no porque lo tuviéramos, sino porque era lo que yo quería”, bromea el propio Wahlberg- y se encontró a una mujer con las ideas claras.

Aunque convivieron juntos -se casaron (por la Iglesia) cuando ya tenían tres hijos-, desde que empezó a salir con la que ahora es su mujer Mark se niega a posar ligero de ropa y rechaza las escenas subidas de tono.
Ahora asegura que su fe es “consuelo, sentido, todo” y que por ella se ha arrepentido del mal que ha hecho a muchos a lo largo de su vida, a los que dice haber pedido “perdón frecuentemente”.

Consciente de la necesaria presencia de los padres en casa durante la infancia -quizá porque él no la disfrutó-, se esfuerza por implicarse en todos los aspectos de la educación de sus hijos.
Y, además, dedica tiempo y dinero a su fundación, creada con la intención de evitar que otros jóvenes cometan los mismos errores que él cometió durante su adolescencia.

In God I trust

En referencia a la publicación de sus declaraciones en la revista ‘Time’, llama la atención el hecho de que, así que como en la edición impresa aparece su imagen con la firma del actor junto a las palabras -de su puño y letra- ‘In God I trust’ (en Dios confío), mientras que en la versión digital omiten esta frase y sólo aparece la imagen.

Para muchos, el actor está en el mejor momento de su carrera y ha revelado que este éxito “va de la mano con mi reencuentro con Dios a través de la Eucaristía”. Wahlberg sostiene que por propia determinación asiste a la Misa dominical y “si es necesario interrumpo la filmación, pero no dejo de ir a Misa. Es mucho más importante que el trabajo”.

Su última película -Los otros dos- ha sido éxito de taquilla este agosto en Estados Unidos y se estrenará el 15 de octubre en España. Un nuevo triunfo laboral de Wahlberg, quien, a pesar de todo, sigue convencido de que su mejor papel es el de padre de familia.

25 - Septiembre -2010

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Conversión al catolicismo
del obispo auxiliar (anglicano)
de Newcastle

Según cuenta Damian Thompson en The Telegraph, Paul Richardson, obispo anglicano —obispo auxiliar— de Newcastle ha sido recibido en plena comunión en la Iglesia Católica. Fue obispo de Aipo Rongo en Papua Nueva Guinea y también titular de la diócesis anglicana de Wangaratta en Australia (los datos los saqué de la web de la diócesis de Newcastle, no sé hasta cuando estará ahí disponible)
Se prodigaba con valentía en los medios de comunicación, en junio escribió un vibrante artículo en The Sunday Telegraph alertando de la deriva de la nación y la Iglesia: «Gran Bretaña ya no es una nación cristiana y la Iglesia de Inglaterra podría extinguirse en una generación» Claro, que viendo lo que hay por allá muchas dotes proféticas no hacen falta.
El proceso ha sido largo, y no es fruto de las recientes controversias: «Me hubiera convertido al catolicismo, incluso si la Iglesia de Inglaterra no fuese a ordenar mujeres obispo. En cierto sentido es lo que he sido siempre, así que esto es como volver a casa».
Su conversión no supone que sea obispo católico, él lo sabe, ni siquiera sacerdote. La ordenación de los anglicanos no es válida. Vive como un laico en Londres, asistiendo a la Santa Misa a diario. Y es feliz así. Hay que pensar que pierde todos los beneficios de su cargo eclesiástico, que en Inglaterra son muchos, y más para un obispo.
A sus 63 años no tiene previsto incardinarse en un Ordinariato, aunque no descarta ordenarse como sacerdote católico. Me gusta su explicación, su sacerdocio como vocación: «No se puede dar el salto y decir: 'quiero ser ordenado'. Tengo que dejar que la Iglesia me guíe»

13 - Septiembre -2010

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Carmina García Valdés:
“Dios no se cruza de brazos”


Presidenta de la Fundación RedMadre

Una mañana, hace no mucho, llegó a las oficinas de Red Madre y se encontró el portal lleno de pintadas imitando la sangre: “Aborto libre y gratuito”, “Violencia es no poder decidir sobre tu cuerpo”, “Os beberéis la sangre de nuestros abortos”, y en ese plan. Para salir corriendo, vaya. Carmina, sin embargo, sigue en su sitio.
-¿Qué pensó la mañana de autos?
-Que el demonio existe. Si no, no me explico las pintadas. Como no me explicaría ciertas votaciones en el Congreso o que unos padres lleven a su hija a abortar.
-Al demonio ¿qué le va en todo esto?
-Mucho. Los ataques a la familia y a la vida son maniobras suyas para evitar que miremos a Dios y vayamos al cielo.
-Y ante esos ataques, el de arriba ¿qué?
-Dios curra como un loco, en absoluto se está quieto, cruzado de brazos, tan a gusto. Lo que pasa es que no quiere violentar nuestra libertad. Por eso pone a nuestra disposición las herramientas para que solucionemos esto.
-Pero ¿tiene solución?
-Por supuesto. Cuando oigo decir lo mal que está todo, respondo que estos son tiempos fenomenales, porque son los que Dios ha querido que vivamos. Hay que darle gracias porque cada día nos da la oportunidad de mejorar el mundo.
-¿Eso cómo se hace?
-Pasito a pasito, hasta llegar a la meta.
-O sea, que el aborto tiene fecha de caducidad.
-Sí. Lo que no sé es si lo veré. Quizás mis hijos. O los hijos de mis hijos.
-Mientras tanto…
-A seguir rescatando vidas de la muerte.
-¿Qué se siente cuando se salva una?
-Lo que el siervo bueno del Evangelio: la satisfacción del deber cumplido.
-La medalla del rescate ¿a quién se la ponemos?
-A la embarazada que decide seguir adelante y no ser un cadáver viviente, todo el día llorando por el hijo muerto. Y a Dios, claro. El rescatador sólo es un instrumento.
-Al final va a ser que hasta de un aborto Dios saca un bien mayor.
-Todo pasa porque Él quiere o lo permite, y siempre es para bien. Ese es mi lema.
-¿Desde cuándo?
-Mis padres nos educaron en una confianza ciega en la Providencia y en la intercesión de la Virgen. Todo lo que pasa está previsto y aceptado por Dios. Por eso vivo sin preocupaciones.
-Supongo que se encomendará a la Sierva de Dios Conchita García Alcaraz, su madre.
-Todos los días. Yo, por mi cuenta, la nombré patrona de las madres católicas, así que le pido por mis hijos. Y por mi marido, y por mi trabajo, y por España…
-¿La familia que reza unida permanece unida?
-Por supuesto que sí. En casa, todos los días, de forma natural, rezamos el rosario.
-Sus hijos ¿no se escaquean?
-Pero si lo piden llevar ellos.
-¿No corren peligro de exclusión social?
-Mire, somos una familia del siglo XXI. Mi marido y yo manejamos internet, lo mismo que mis hijos, que, además, entran y salen de casa, van a discotecas con amigos…
-¿Qué les diferencia de otros chicos?
-Que, gracias a Dios, han asumido la fe como una forma de vida insustituible.
-Su marido y usted ¿lo consideran mérito suyo?
-Los padres tenemos que enseñar a los hijos a vivir la fe. ¿Cómo? Con ejemplo, con paciencia, con alegría. Ahora bien, tenemos que ser conscientes de que los hijos no son cosa nuestra, sino de Dios.
-¿Qué quiere decir?
-Que la respuesta que den a esa enseñanza queda entre ellos y Él.
-¿No es eso dejación de responsabilidades?
-Para nada. Es más, de vez en cuando tenemos que preguntarles hace cuánto que no se confiesan.
-¿Y si le responden que qué le importa?
-Les digo que me importa, que claro que me importa.
-Una mujer llama a la puerta de Red Madre. ¿Le piden la cartilla de bautismo?
-No. Únicamente el nombre, para poder dirigirnos a ella.
-Así nadie podrá decirles fundamentalistas.
-Pues en cierto modo lo somos.
-¿Ah, sí?
-Sí, porque defendemos lo fundamental. En cualquier caso, nos llamen lo que nos llamen, responderemos siempre con humildad y una sonrisa. ¿Para qué discutir?
-La última pregunta. ¿Activismo y oración son compatibles?
-El activismo te hace mirar en horizontal. La oración, en cambio, hace que mires hacia arriba, sin perder el horizonte, con lo cual marcas la cruz, que es la que hace que la Gracia de Dios llegue a los hombres. Rezar es cargar las pilas, volver la vista a donde debes.


5 - Septiembre -2010



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Gramsci, fundador del PC italiano,
abrazó el catolicismo 
antes de morir.




Fundador del Partido Comunista.



Como Albert Camus, como en cierto modo Jean Paul Sartre y tantos otros conocidos ateos o agnósticos, Antonio Gramsci se convirtió al catolicismo sin que sus correligionarios se hicieran eco del evento. Ahora un prelado afirma que tenía una imagen de Santa Teresa del Niño Jesús en su lecho de muerte. La noticia, según EFE:

El fundador del Partido Comunista italiano, Antonio Gramsci (1891-1937), abrazó la fe católica justo antes de morir, según aseguró hoy el arzobispo Luigi de Magistris, penitenciario emérito del Vaticano.

Sin embargo, Beppe Vacca, presidente de la Fundación Gramsci y antiguo parlamentario comunista, dijo que en los documentos que se tienen de las últimas horas del líder político no consta tal conversión al catolicismo.

"Gramsci murió con los sacramentos, volvió a la fe de su infancia", insistió De Magistris, de 82 años y paisano del fundador del Partido Comunista italiano, durante una rueda de prensa tras la presentación de un catálogo del Vaticano sobre imágenes sagradas.

Hace años que ya se había apuntado la posibilidad de que el líder de los comunistas italianos y perseguido por el fascismo, se hubiera convertido a última hora a la religión católica.

"Mi paisano Gramsci tenía en su habitación la imagen de Santa Teresa del Niño Jesús. Durante su última enfermedad, las monjas de la clínica donde se estaba recuperando llevaban a los enfermos la imagen del Niño Jesús para que lo besaran", afirmó De Magistris.

Luigi De Magistris, un antiguo responsable de la Penitenciaria Apostólica encargada de asuntos de relacionados con las indulgencias, los perdones y los problemas de conciencia, explicó que Gramsci pidió expresamente a las monjas que le llevaran la imagen para besarla, cuando vio que a él no se la pasaban.

"El mundo de la hoz y el martillo prefirió silenciar los hechos", afirmó De Magistris.

Gramsci permaneció encarcelado durante 11 años por un tribunal fascista en 1927 y pasó los dos últimos años de su vida en una clínica romana, aquejado de arteriosclerosis, hipertensión y gota.

El ex presidente de la República italiana, Francesco Cossiga, afirmó este martes que si hay alguien que pueda saber de la conversión de Gramsci ése es De Magistris.


28 - Agosto -2010

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TESTIMONIOS DE JÓVENES

QUE HAN HECHO

LA ESCUELA DE EVANGELIZACIÓN






Josef Sieber, 26 años - estudiante para ser maestro, ALEMANIA


La escuela de evangelización fue para mí una importante orientación de mi vida. Puedo decir con certeza que durante ese tiempo ha crecido mi relación con Dios y mi amor a la Iglesia. A ello no sólo aportaron las lecciones interesantes y de visión general, sino también y de manera muy especial, el tiempo de oración. Tan escasamente como se puede explicar una relación humana de manera puramente racional, así también la fe –es decir la relación con Dios- no es concebible sólo con el entendimiento.
Gracias a la puesta en escena del musical, he aprendido a aparecer con seguridad delante del público y a superar el miedo. Esto me ha fortalecido en mi autoconfianza y me ha ayudado en lo que será mi futura profesión.
El tiempo compartido con mis hermanos y hermanas de todo el mundo ha fortalecido especialmente mi interés y apertura a otros países y culturas. Su testimonio de fe me ha mostrado nuevos caminos utilizados por Dios, para llegar a todas las personas. Agradezco a Dios con todo mi corazón por este increíble tiempo en Altötting, por todos los encuentros y conversaciones en las misiones y todas las otras actividades que hemos tenido. Gracias a la Virgen María que me ha conducido a Altötting y acompañado permanentemente y que continúa haciéndolo.


Radovan Hasik, 28 años, seminarista, ESLOVAQUIA


Durante el año en la IME sucedió algo esencial en mi vida espiritual. Especialmente mi vida de oración adquirió una forma fundamental. Sí, había rezado antes, pero aquí he entendido mejor que la vida de oración es algo muy determinante y por lo tanto que de ningún modo puedo prescindir de ella si quiero conservar a Dios en el primer lugar. Y eso era lo que yo quería, porque cuando Èl está en este primer lugar, todo lo demás toma su lugar adecuado.
Otro punto importante fue que pude experimentar de manera más profunda mi libertad interior que es ciertamente un regalo de Dios. Me he preguntado precisamente en la IME la cuestión de mi vocación nuevamente y pude constatar que lo que Dios siembra en el corazón humano se mantiene fiel y sigue creciendo. Y si tal vez tenemos miedo en el primer momento, eso puede ser absolutamente una buena señal. Finalmente pude experimentar que era Dios quien me hizo capaz de decir un "Sí" bien claro.
En cuanto a la misión, fue para mí un gran descubrimiento. ¿Qué es lo que queda de ella y que se ha vuelto tan importante para mí? En primer lugar, el amor que tenemos que tener por los demás, dejarnos guiar por el Espíritu Santo y rezar. Tal vez suena demasiado esquemático, pero en el fondo yo no soy más que un instrumento de Dios y sin Él no puedo hacer nada.
Alabado sea el Señor!


Verónica Alton, estudiante, AUSTRIA


Los nueve meses de la escuela de evangelización me ayudaron a construir una base para mi vida de fe y a poder transmitir la alegría en la fe que recibí a través de la evangelización, especialmente gracias a la música.
Después de IME comienza de nuevo la vida cotidiana y uno está nuevamente en contacto con las mismas personas, sin embargo, me he desarrollado mucho en este tiempo.
Hoy en día participo de misiones, grandes o pequeñas, cuando el tiempo me lo permite. A través de cada misión, incluso en el testimonio como cristiano en la vida cotidiana, a veces experimento un pequeño o gran milagro que Dios realiza en los demás utilizándome como su instrumento. Yo solo puedo animar a todos a dejarse utilizar como un instrumento de Dios, esto conduce precisamente a la verdadera alegría en el Espíritu Santo.


Michael Lind, estudiante de música, AUSTRIA


Durante la IME experimenté fuertemente que a pesar de mi pobreza puedo ser un testimonio de la alegría de Dios. Sí, he descubierto que Dios me ha dado muchos más talentos de los que yo en mí había visto.
Eso es lo que descubrí cuando me vi desafiado a superarme y a hacer cosas de las que ni yo me veía con fuerza para realizarlas. La experiencia de este año me hizo entender que Dios tiene un plan de amor para mí y puede ser incluso que Él mismo me necesite. No estoy aquí porque sí, a pesar de que lo he dudado una y otra vez… Muchas veces me he preguntado: ¿qué puedo cambiar yo? Muchísimo, cuando confiando en Dios, sigo el camino con coraje.


22 - Agosto -2010

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Un año para el Señor en la ESM


(Emmanuel School of Mission –

Escuela de Misión de Emmanuel)


Altötting – Alemania





Juan Pablo II tenía una visión: en nuestro tiempo los jóvenes serán los misioneros de otros jóvenes. Por eso empezó las Jonadas Munidales de la Juventud y animó a la Iglesía a que aumentaran las actividades misioneras. Pierre Goursat, el fundador de la Comunidad de Emmanuel estuvo muy atento a la llamada del Papa y al mismo tiempo a la vida de los jóvenes. Se dió cuenta que hay muchos jóvenes que ya estaban tocados por el Señor pero todavía necesitaban una formación en la fe para ser realmente apóstoles en el mundo. Por eso fundó la primera “Emmanuel School of Mission“ en Paray le Monial (Francia). Hoy en día existen cuatro de esas escuelas: también en Roma, Manila y Altötting (Alemania).

La idea de la ESM es pasar nueve meses (de octubre hasta junio) juntos, para poner en el centro de nuestras vidas lo fundamental y tiene un nombre propio: Jesucristo. Por eso hay cuatro “pilares“ en la escuela:

1) La Formación, para entender la fe católica mas en profundidad y poder hablar de ella, sobre todo en las cuestiones, que hoy en día son más discutidas. Es una formación teológica, moral y antropológica, que pretende ser el fundamento de una vida cristiana en plenitud.

2) La Vida Espiritual. Para acercarse a Dios, no basta hablar de Él, sobre todo hay que hablar con Él y dejar que nos hable. Por eso la oración es un elemento muy importante en la escuela. Cada día vivimos la alabanza por la mañana, un tiempo de Adoración Eucarística y la Santa Misa. Peregrinaciones a Roma, el centro de la Iglesia y a Paray le Monial, la ciudad del Corazon de Jésus, junto con un retiro forman parte de la vida espiritual del año. La meta es profundizar la relación con Jesucristo, aprender a ser fieles y avanzar en el camino de la oración.

3) La Vida en Comunidad: La escuela es muy internacional. En Altötting este año hay 8 nacionalidades. Los estudiantes viven juntos como en una gran familia, no solamente en la misa y los estudios, sino también en día a día y por supuesto en las fiestas. Vivir en comunidad nos ayuda a aprender muchas cosas: conocer otras culturas, vivir la caridad en concreto y compartir nuestra fe. Así nos enriquecemos mutuamente y nos ayudamos a avanzar hacía al Señor.

4) La Evangelización: Vivimos la misión en muchas formas diferentes: Vamos a parroquias, escuelas y salimos a las calles para encontrarnos con la gente, para escuchar las preguntas que tienen y para dar testimonio de lo que el Señor es para nosotros. Un camino especial de la misíon en la ESM de Altötting es la Música. La música toca los corazones y los abre para Dios. Por eso cantamos mucho, tenemos una “Grupo de Música“ y cada año hacemos un “Musical“ para anunciar el amor del Señor.

Entonces si...

¿Tienes deseo de crecer en la relación con el Señor?
¿Sientes la necesidad de saber mas de la fe para poder explicarla a los demás?
¿Quieres responder a la llamada del Papa y ser un misionero para los demás jovenes?

¡La escuela es para ti!

Es verdad que puede parecer un poco loco dar un año entero para la formación en la fe y la misión. Pero no hay nada mas genial que pasar este año con otros ¡“locos por el Señor“! Y además: Damos tanto tiempo y dinero para otras formaciónes y diversiones... entonces ¿por qué no un año para ÉL que es el fundamento de todo...?

¡Y piensa que el Señor nos da siempre el ciento por uno!

Todos los que han hecho esta experiencia pueden dar testimonio (también 10 años mas tarde), que fue realmente como un impulso para el resto de sus vidas. A muchos también les ha ayudado a ver mas claramente su vocación y su camino personal en la vida. En definitiva se descubren y aprenden muchas otras cosas en una vida comunitaria fuerte con el Señor.

Pero... ¿ Cómo puedo hacer la ESM, si no sé hablar alemán?

No pasa nada, porque en septiembre siempre hay un curso de lengua, y en un mes sabes suficiente aleman para poder empezar la escuela en octubre.

Hay varios estudiantes que deben aprender el idioma para este año, pero viviendo cada día juntos se aprende rápidamente.

Si tienes mas preguntas, visitanos en: www.esm-altoetting.de o escríbenos (info@esm-altoetting.de).
¡Nos alegrarémos de acogerte en la ESM para un año
lleno de aventuras con el Señor!







15 - Agosto -2010


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Juan Manuel Cotelo:

"A Él le caen bien los pecadores"






Contador de historias

Cotelo está casado y tiene tres hijas.
Es actor, guionista y director de cine y televisión, triple actividad que resume en un título: contador de historias. Y añade: que merezcan la pena ser contadas. Eso hacen en Infinito + 1, la productora que dirige. Ultiman el lanzamiento de La última cima, un largometraje sobre la vida y muerte del sacerdote Pablo Domínguez (los que han visto la cinta dicen que sanará corazones). Y trabajan en Conversos, documental con testimonios de personas que estuvieron lejos de Dios y ahora le tutean, con total confianza.


-La confianza en Él ¿es necesaria?


-¿Un coche necesita gasolina para andar? Si va cuesta abajo, no. Ahora, como le toque subir una cuesta… El combustible es Cristo. O mejor: la medicina, que llega a nosotros a través de los sacramentos.


-Si Cristo es el médico, ¿qué es la Iglesia?


-Un hospital enorme lleno de gente herida, enferma. Algunos pacientes tienen buen aspecto, pero es por la medicina. El día que dejen de tomarla…


-No es la metáfora más atractiva.


-Es Cristo quien dice que ha venido a buscar a los enfermos, no a los sanos. Quien entre en la Iglesia esperando encontrar un parque de atracciones lleno de gente estupenda se llevará un chasco.


-Lo decía por las salas de operaciones.


-Pero Dios no te va a operar si no quieres. Jamás te obligará a quererle. Es capaz de separar las aguas del mar Rojo, pero no abrirá las puertas de tu corazón si no se lo permites. Es el misterio de la libertad. Esto se comprende bien cuando se es padre.


-Usted lo es de tres hijas.


-¿Y qué espero de ellas? ¿Que me obedezcan? No, que me amen. Si cumplen mis órdenes pero no me aman, nada tengo. Sólo me cabría suplicarles amor, como un mendigo. Lo mismo Dios con nosotros.


-Abrirle el corazón ¿cuesta?


-A veces basta un “no sé si estás ahí” para que entre de lleno. Es como un embalse rebosante de agua: se abre una fisura en el hormigón y todo queda inundado.


-¿Hay corazones de hormigón?


-Ahí tenemos el de san Pablo, de quien las Escrituras dicen que “respiraba amenazas de muerte contra los discípulos del Señor”. Y va Dios y lo convierte en su apóstol. Suena a herejía, pero a Él le caen bien los pecadores. Es maravilloso.


-¿Por qué?


-Porque significa que su mensaje es para todo quisque, incluso para los que le odian. Por eso el Evangelio hay que contarlo como una historia de amor.


-¿Y se cuenta así?


-A veces nos portamos como al que le toca la lotería y, en vez de alegrarse, empieza a pensar en que tiene que ir al banco a ingresar el dinero, y en que al director de la sucursal le huele el aliento, y en que Hacienda se va a llevar la mitad, y en que la gente le va a decir que invite a algo…


-Conclusión.


-Pasamos de complicarnos la vida, preferimos quedarnos como estamos y convertimos el Evangelio en una mala noticia.


-En su trabajo se ha propuesto lo contrario.


-Es curioso, pensaba que los trabajos relacionados con la fe no interesaban a nadie. Hasta que me encargaron un documental sobre mártires e hice un doble descubrimiento.


-¿Cuál?


-Que la ignorancia me hizo decir que estos temas no son interesantes y que tenía complejos a la hora de hablar de mi fe.


-¿En qué consistían?


-En presentar la fe como algo para gente afortunada. O sea, para nosotros, sí; para los no creyentes, no. Hasta que descubres que es un regalo para todos.


-Entonces…


-Se acaban los respetos humanos, te entran ganas de contárselo a todo el mundo. Es como si a alguien a quien quieres le encanta el dulce y tú tienes un pastel enorme. ¿Vas a dejar de ofrecerle un pedazo?


-Habrá que envolverlo bien.


-El público al que queremos llegar lo forman, principalmente, personas que jamás han oído una versión amable de la fe. Fíjese, conmigo trabaja gente que no practica. Pues bien, si no entienden algo, se quita.




31 - Julio -2010


De niño soldado a futuro sacerdote






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